Butlletí 44 – 2a. part
- Seminario sobre evaluación y planificación del tratamiento
- Entrevistas con los fundadores de la Sociedad. Hoy con… Nancy Vilar.
- Presentación del libro: “LA REBELIÓN INSUFICIENTE. La difícil relación madre-hija” de Montserrat Ros
Seminario sobre evaluación y planificación del tratamiento
A cargo de Vera Campo, Nancy Vilar y Silvio Sember
El siguiente artículo debía haber aparecido en el anterior Butlletí pero, por un problema informático, nos llegó cuando el número ya estaba impreso. Lo ofrecemos ahora, aunque sea un poco tarde, por el interés que tiene al describir con tanta precisión el desarrollo de la jornada y los datos que no se ofrecieron en el mencionado Butlletí. Desde aquí pedimos disculpas a Yolanda González, su autora, y lo ofrecemos a todos los lectores en esta nueva entrega.
El Seminario lo debería haber impartido Phillip Erdberg, que no viajó a Barcelona debido a la situación prebélica que se vivía en su país (los EEUU) en aquellos días, y las recomendaciones en el sentido de no viajar en avión, en la medida de lo posible, que hacía su gobierno. En su lugar, la SCRIMP organizó el seminario con la colaboración de nuestros compañeros Vera Campo, Nancy Vilar y Silvio Sember.
Primera parte: Revisión bibliográfica (Vera Campo)
La Dra. Vera Campo comenta que con objeto de este seminario, estuvo leyendo la pasada semana un manual sobre diagnóstico publicado en EEUU. Esta lectura no le sirvió de mucho para el seminario de hoy, ya que tan sólo encontró un artículo que tratase de las técnicas proyectivas, firmado, como no, por Irving Weiner. El resto del libro estaba dedicado a escalas y cuestionarios objetivos…
Tras esta constatación la Dra. Campo decidió revisar las fuentes específicas sobre Rorschach, aquellas en que se lo define como un método de evaluación y diagnóstico, que permite conocer la estructura de la personalidad así como su dinámica, que puede ser de gran utilidad si se lo implementa dentro de una batería de pruebas.
Respecto a la valoración del seguimiento en las psicoterapias, encontró poca bibliografía en que se utilizase esta técnica proyectiva, entre ella tres artículos, uno de Weiner, otro del mismo Erdberg junto a Sanglar y, por último, uno de la propia Vera Campo.
Para este seminario preparó una transparencia en que figuraban los resultados del primer estudio, de Weiner, comparando las variables del resumen estructural que parecen modificarse tras una psicoterapia prolongada y una de más breve duración.
En España nos encontramos con el problema de la falta de datos normativos, ya que tan sólo contamos con dos estudios en este sentido, uno publicado en 1993 y otro en el 1999, existiendo pocas investigaciones en nuestro ámbito en que se consideren datos de diversos grupos psicopatológicos. En este sentido la Dra. Campo nos comentó la recomendación metodológica de Weiner respecto a la necesidad de utilizar grupos de control adecuados en este tipo de investigación.
Volviendo al tema del psicodiagnóstico y su posible utilidad, comenta que en un primer momento es útil para determinar la necesidad de tratamiento y posteriormente para evaluar su evolución. De cara a garantizar el “éxito terapéutico” no debemos olvidar la importancia de que el paciente esté motivado para realizar una terapia así como que exista una accesibilidad de los datos sintomatológicos que trataremos mediante ésta.
Cuando nos enfrentamos a un paciente surge la cuestión de si las entrevistas son suficientes para poder tener una idea global de cómo enfocar el tratamiento. No siempre es fácil, hace falta tener una gran experiencia clínica y además no siempre el paciente está dispuesto a decirlo todo de sí mismo.
Weiner, hablando de la relación entre el Rorschach y el terapeuta, enfatiza que los datos de esta técnica proyectiva “están validados en mayor grado que las impresiones clínicas que podemos obtener mediante una entrevista”. Ya en un artículo de 1970 este mismo autor comentaba que “el paciente puede ocultar una enfermedad orgánica grave que el Rorschach descubrió y que surgió más tarde durante el tratamiento psicoanalítico”. Es decir, que existen perturbaciones importantes que surgen durante el tratamiento y que pasaron desapercibidas para el analista durante las entrevistas.
La Dra. Campo comenta brevemente la estructura de análisis derivada del Test de las Relaciones Objetales (TRO), siendo las variables más destacadas el funcionamiento de la precisión perceptual, el clima emocional, el conflicto, la resolución de éste, la creatividad del relato, las relaciones interpersonales que se establecen y los períodos de tiempo descritos. Al comparar varias pasaciones de este test en pacientes que están en tratamiento podremos observar cuáles de estos aspectos cambian y cuáles permanecen estables.
En combinación con el Rorschach, que nos permite conocer la estructura de personalidad, el TRO puede ayudarnos a afinar algunos aspectos más dinámicos.
La Dra. Campo enfatiza nuevamente que en el ámbito de la terapia pocas veces se incluye la participación de un diagnóstico. Considera que un aspecto importante en este sentido es la resistencia que existe dentro del encuadre psicoanalítico a introducir un tercero, el evaluador, en la relación terapeuta-paciente. Comenta algunas peticiones realizadas desde nuestra Sociedad Catalana en este sentido, cuando se pide un diagnóstico previo al tratamiento para aclarar dudas.
Otras situaciones en que puede solicitarse la realización de un diagnóstico son las siguientes: el terapeuta ha efectuado un primer diagnóstico y pide un segundo al evaluador, el propio terapeuta se ha encargado de realizar los dos diagnósticos (a pesar de que esto sabemos que afecta al rol del terapeuta y puede distorsionar el proceso terapéutico), el terapeuta recomienda al paciente la realización del diagnóstico y, por último, que sea el propio paciente el que lo solicite por su cuenta.
Si del diagnóstico concluye que es necesario un tratamiento, puede suceder que el futuro terapeuta desconozca el resultado (esto es especialmente frecuente si el terapeuta corresponde a una orientación psicoanalítica ortodoxa) o bien el terapeuta sí quiere saber cuál ha sido el diagnóstico y a tal fin pide un informe al diagnosticador.
En un trabajo de Appelbaum este autor se planteaba si testar es menos necesario en psicoterapias de larga duración. La respuesta a esta cuestión es que no sucede así, sino que el hecho de que en este tipo de terapias no se suela solicitar un diagnóstico ni previo ni posterior es debido a toda una serie de reticencias, derivadas de la idea de que el análisis es bueno para cualquier tipo de persona y de que la curación llegará tan sólo a través del insight.
Sin embargo, es de destacar que esto no es del todo correcto. Por ejemplo, un psicoanálisis no siempre es aplicable ya que puede llevar a la aparición de perturbaciones importantes, como sucede en el caso de pacientes psicóticos, de borderlines o de determinados pacientes obsesivos.
Volviendo al cambio que esperamos que se produzca durante un análisis, deberemos considerar como aspectos importantes los siguientes: a) las expectativas del paciente en cuanto a las posibles explicaciones de sus síntomas, b) el hecho de verbalizar determinados pensamientos lo que permitirá “corregir” sus experiencias emocionales y c) el cambio que se produce en el paciente en cuanto a la asunción de una actitud más activa.
En el artículo que comentábamos anteriormente de Weiner, respecto a la comparación entre las variables estructurales que cambian en una psicoterapia a largo plazo y a corto plazo, los aspectos que destaca son los siguientes: D<0, Daj<0, EA<7, CDI>3, EB ambitendente, Zd<3.0, Lambda > 1.20 (cuando nos encontramos con esta configuración vemos que se trata de un estilo central, difícil de corregir, que nos indica una falta de disposición al tratamiento psicoanalítico pero que puede ser adecuado para otro tipo de terapias, ya que se trata de personas que no quieren profundizar, que buscan soluciones rápidas), XA%<.70, X-%>.20 (son importantes para una terapia exitosa, ya que nos indican un buen contacto con la realidad), SumSH>FM+m, DEPI=5, DEPI>5 (si el DEPI es de 6 o 7 se recomienda un año de tratamiento mínimo), CF+C>FC, WsumC elevado, M->1, Mp>Ma, AB+Art+Ay>5, FrrF>0 (en este caso se habla de la posibilidad de excluir a los narcisistas de las terapias a corto y a largo plazo; podemos comentar la distinción de Weiner entre narcisistas agradables y narcisistas desagradables, cercanos al concepto de los antisociales estudiados por Giacono y Meloy; también podemos plantearnos la importante distinción entre una personalidad narcisista y unas defensas narcisistas en otro tipo de personalidades); Eg>.44, Eg<.33; FD>2, p>a+1, T=0, T>1 (en este sentido, nos encontramos con dificultades en cuanto a la normativa española en que la media de T es menor que en los datos de Exner, de forma que 1 T en España podría interpretarse como 2 T en EEUU). H pura<2, H pura<(H) + Hd + (Hd).
La Dra. Campo comenta que en el último seminario que impartió Erdberg en Sant Boi se revisó el tema del seguimiento de las terapias, en cuanto a las variables estructurales que deberían cambiar. Se esperaría, por ejemplo, que un paciente que tenia una Afr baja se sintiera más cómodo con los sentimientos o que aquel que tenía p > a + 1 fuera más asertivo o que aquel que tenía muchas respuestas MOR pudiera atender más a su malestar subjetivo.
En el caso de pacientes con una inflexibilidad cognitiva (p>a+1), lo que nos indica la dificultad para cambiar de perspectiva, y que tengan un pensamiento idiosincrático marcado (Xu% elevado), Weiner recomienda también utilizar una terapia dinámica.
En el caso de pacientes con poco control, que son tendentes a la auto justificación, pasivos, dependientes, con un juicio pobre, con oposicionismo, pueden surgir conductas agresivas.
Aquellos que son inflexibles, que no muestran malestar subjetivo (D y Daj en 0), poco inclinados a la introspección, contrarios a ver vínculos de cooperación interpersonal, pueden tener un mal pronóstico ya que tenderán a atribuir sus problemas a los demás.
En cuanto al mal pronóstico es de destacar que uno de los indicadores potentes es la ausencia de vivencias de malestar subjetivo (no hay “m”).
Algunos autores establecen que los introversivos funcionan mejor con terapias a largo plazo mientras que los extratensivos lo harán con aquellas de menor duración. También se ha dicho que son los pacientes introversivos y reflexivos los que abandonan terapias de corte conductual.
La Dra. Campo hace un inciso y se pregunta qué enfoque deben utilizar aquellas terapias focales que son características de la asistencia pública en salud mental.
Volviendo a las propuestas de Weiner, establece que el Rorschach tiene tres funciones en la planificación del tratamiento:
- identifica los niveles de integración de la personalidad del futuro paciente (esto tendrá implicaciones de cara a la intensidad terapéutica tolerada)
- permite distinguir entre estilos de personalidad (podremos de esta manera tener en cuenta las diversas reacciones ante la terapia)
- nos permite observar los cambios beneficiosos en la personalidad del paciente que se producirán a lo largo del tratamiento (tal como hemos comentado anteriormente en referencia a las variables estructurales que se espera que se modifiquen)
La psicoterapia a largo plazo parece tener efectos más duraderos, pero en el caso de problemas más leves el sujeto puede beneficiarse de una psicoterapia a corto plazo.
En este último caso se proporcionará al paciente una psicoterapia expresiva dinámica dirigida al reconocimiento de actitudes, conflictos y conductas (cambio de personalidad) o bien a la resolución de sus problemas actuales (se enfocarían aspectos más conscientes).
El tratamiento cognitivo conductual puede ser adecuado a determinadas conductas inadaptativas, mientras que si se trata de conductas interpersonales sería más recomendable un tratamiento psicodinámico.
La Dra. Campo recomienda la lectura de un artículo de Streigerth (2002) sobre el análisis de los contenidos y de la secuencia del protocolo de Rorschach, que está a disposición en la secretaria de la Sociedad.
Turno de preguntas
Miriam Botbol expresa que ella, en su práctica clínica, no diferencia entre los tratamientos a corto y a largo plazo, sino que los utiliza a ambos indistintamente. No se trata de enfoques incompatibles. Siempre utiliza el Rorschach y destaca la utilidad de los datos que éste le proporciona.
La Dra. Campo comenta que, de hecho, el primer trabajo publicado en Barcelona sobre el seguimiento de las terapias fue realizado por Botbol, Galán, Dou y ella misma, en 1973, trabajo que se presentó en el Congreso que tuvo lugar ese año en Zaragoza y en el que compararon el contenido de cada una de las láminas.
Dice asimismo que este intento de simplificación en referencia a cómo el Rorschach puede servir a la terapia es una ambición legítima.
La Dra. Campo nos habla brevemente de sus últimas investigaciones respecto a los aspectos clínicos del Lambda alto. Ya en uno de sus primeros artículos, publicados con Botbol, se analizaba el caso de dos pacientes con alto Lambda, que al final del tratamiento consiguieron interesarse por saber qué les pasaba. Miriam Botbol comenta que una de ellas volvió posteriormente a consultar en una situación de crisis, lo que indica que en su momento valoró positivamente el tratamiento realizado.
Vera explica que cuando nos encontramos con un Lambda alto debemos tener en cuenta el resto del contexto, ya que no todos los pacientes son iguales y tal vez en algunos casos el Lambda alto pueda indicar tan sólo una actitud defensiva.
Nancy Vilar comenta que tal vez sean estos pacientes con un alto Lambda, caracterizados por su poca capacidad para reflexionar, quienes más se beneficien de una psicoterapia de corte psicodinámico.
Silvio Sember agrega que la sustentación que proporciona este tipo de terapia forma parte intrínseca del modelo psicodinámico y que puede ser uno de los aspectos más relevantes para el cambio de actitud del paciente, la disminución del temor a contactar con los sentimientos y, por ello, la correspondiente merma del Lambda, es decir la flexibilización de las defensas que permite una aproximación más serena a las propias emociones.
Uno de los asistentes comenta que posiblemente los pacientes con un Lambda alto y ambitendentes, que son los más rígidos y los que, según comentaba la Dra. Campo, pueden beneficiarse de terapias conductuales, son también resistentes a todo tipo de terapia. Se llega a comentar una posible intratabilidad y se habla del papel que el terapeuta puede jugar ante este tipo de pacientes, que suelen ser frecuentes tanto en la consulta privada como en la asistencia pública.
Silvio replica que los terapeutas no son todopoderosos y que seguramente hay pacientes que no se benefician mucho de nuestro tipo de trabajo, o que todavía no sabemos cómo se les puede ayudar, de la misma forma en que se sitúa un médico cuando le llega un paciente afectado de cirrosis. Miriam Botbol realiza una valiosa intervención utilizando este mismo ejemplo: en este caso no esperaremos curar su cirrosis pero sí mejorar su afrontamiento y aceptación de la enfermedad. Es decir, que el contacto emocional derivado del vínculo terapéutico entre el paciente y el terapeuta puede ser un aspecto que ayude al paciente, aunque su sintomatología sea crónica. Nancy Vilar toma como ejemplo uno de sus pacientes que consultó por una alopecia prematura y que, después de un tratamiento psicoterapéutico continuó perdiendo el cabello, pero ya no le importaba tanto…
Segunda parte: Comentario de un caso clínico (Silvio Sember y Nancy Vilar)
Han escogido un caso en que Silvio fue el terapeuta y Nancy la evaluadora, que vio al paciente antes del inicio de la terapia y justo antes de su finalización.
Para este paciente disponemos de los datos del WAIS y del Rorschach.
Silvio, en un pequeño comentario, recuerda un trabajo que efectuaron conjuntamente con Vera Campo y Anna Tuset respecto de los pacientes que abandonan el tratamiento al poco tiempo de iniciarse, en donde el hallazgo principal estaba relacionado con un lambda alto.
En este caso que comentan hoy el Rorschach sirvió como ayuda para disponer de datos desde un principio.
Los ponentes comentan la importancia de la reacción que tengan el paciente y el terapeuta a la intromisión del evaluador como tercero. Silvio explica que al inicio de su práctica como terapeuta era reacio a dejar que un evaluador viera al paciente. Actualmente, con mayor experiencia, lo atribuye a su inmadurez e inseguridad de aquella época. Es decir, en los casos en que el terapeuta cree no necesitar el diagnóstico, estamos probablemente ante argumentos defensivos por parte del terapeuta que puede ver mermada su autoestima e imagen de sabiduría por la contribución valiosa de otro profesional que ha sido capaz de ver lo que él dejó pasar…
Dice Silvio que otro problema real que existe en la derivación a un diagnóstico desde la práctica privada es el económico, ya que supone un gasto extra para el paciente, que ya está realizando una terapia que le resulta costosa. Además en ocasiones el paciente puede no entender el porqué de esta derivación.
Es importante que el diagnóstico no lo efectúe el mismo terapeuta. Contar con la colaboración de un diagnosticador evitará que el terapeuta cambie de rol, obteniendo además una visión desde fuera lo que siempre nos lleva a una reflexión creativa, que nos posibilitará detectar aspectos que han quedado fuera de la entrevista, o no han sido detectados en ella.
Además se comenta que es importante que quien evalúe sea un experto en diagnóstico, cosa que difícilmente coincide con un experto terapeuta.
Silvio describe la interesante tarea que supone realizar una supervisión “a tres” entre el supervisor, el terapeuta y el diagnosticador. En relación con la existencia de un “tercero”, Nancy comenta que en todo diagnóstico existe también este tercero, ya que entre el paciente y el diagnosticador está la propia prueba que pasamos, en este caso el Rorschach.
También comenta Silvio, como posibilidad enriquecedora, que el diagnosticador informe a la vez al terapeuta y al paciente de los resultados de la evaluación, aunque un encuentro “a tres” que incluya al paciente constituye una dificultad en el vínculo con éste cuando se trata de una psicoterapia psicoanalítica; el sistema al que nos referimos se utiliza en EEUU, y es especialmente útil en el trabajo en instituciones, sobre todo en ingresos.
Contribución del terapeuta (Silvio Sember)
El paciente es un hombre de 27 años de edad, con una voz rarísima, que inducía a confusión, por teléfono podría parecer la de una mujer. Su apariencia física llamaba también la atención: es bajito, fornido, con cabello muy largo y rizado. Su fortaleza física contrasta con la delicadeza de movimientos. Va vestido con ropa de trabajador industrial.
Viene aconsejado por un compañero de trabajo que realizó una terapia que le fue beneficiosa.
Se presenta diciendo, como primera frase, “tengo una hernia de hiato desde los doce años”. El médico de su CAP lo envía por dolores fuertes, que la doctora que lo lleva en el hospital atribuye a “nervios”.
“Soy muy nervioso, me lo trago todo, o si no me lo echo a la espalda”. Además “tengo alergia en las manos, bueno, ahora la tengo aquí pero antes las tenía en todo el cuerpo”. Además se describe como “celosillo” con su novia.
Había sido evaluado hace tiempo por la Dra. Nancy Vilar quien -según él- le había dicho “que no quería dejar de ser niño”. Asume que no le gustan las responsabilidades, siempre duda de todo, no puede programar por anticipado, todo lo hace “ya” (“como con usted, lo he pensado y he llamado ya mismo para venir”).
En su trabajo se extrañan de que un día esté en el hospital “con el suero puesto” y al otro día esté trabajando.
Silvio le dice que parece que se observa mucho. El paciente lo atribuye a que cuando tenía ocho años lo visitaron en el Hospital Clínico por sus problemas de estómago y le hacían registrar todo lo que comía…. Se ha hecho múltiples pruebas para descartar la presencia de un cáncer.
Actualmente continúa teniendo problemas de estómago, de ahí que evite las comidas fuertes (coliflor, legumbres)….
En casa el trato es bueno, su madre es propensa a la depresión, su padre también pero no lo demuestra porque es seco y distante; con su abuelo es con el único que tiene buena relación. Con su hermana se lleva bien pero no hablan de sus cosas.
El paciente comenta: “no sé si es casualidad, pero desde que estuve con Nancy Vilar sólo me ha dado una vez en tres meses y medio”. Se auto interpreta de inmediato, asociando su última crisis con una intervención quirúrgica de su abuelo. Dice que sus puntales son su padre y su abuelo.
Como resumen de sus entrevistas, Silvio destaca los siguientes aspectos: conflicto de identidad, angustia, aparentemente psicosomático aunque el contacto emocional está notoriamente presente, hipocondríaco.
Contribución del diagnosticador (Nancy Vilar)
También se sorprendió ante la voz del paciente, aunque la apariencia física hace que te acostumbres a su tono.
Lo enviaban desde Medicina General, donde lo atendían desde pequeño. Siempre había tenido ataques de acetona (desde los dos años). Se le había recomendado ir a un psicólogo pero nunca fue. ¿Por qué ahora? Por dos razones: en primer lugar “desde hace tres meses casi nunca me siento bien, estoy a la que salta, cuando me enfado digo todo lo que se me pasa por la cabeza” y en segundo lugar, tenía un compañero de trabajo al que le fue bien una experiencia terapéutica.
En principio podría parecer una personalidad psicosomática.
Se le pasaron las siguientes pruebas: los Gráficos (HTP, animal), el Rorschach y el WAIS. Este último era importante para determinar cómo manejaba sus recursos intelectuales, ya que había estudiado tan sólo hasta la EGB. Su CI total era de 116 y su desarrolló era homogéneo, sin que apareciesen variaciones significativas entre subtests.
Se comentan en primer lugar los Gráficos.
En cuanto a la casa, ésta es pequeña y constreñida, con techo y paredes reforzadas, las tejas de color rojo. Dice que le gustaría vivir aquí sólo, como mucho con su mujer e hijos. Se observa una fantasía de futuro más abierto e independiente.
El árbol es grande, con ramas y raíces en punta, denotando una agresividad que intenta tapar con un contorno de copa. La ansiedad se muestra en el trazo del contorno y en las heridas del tronco. En la historia cuenta que es un pino piñonero que fue quemado en un incendio y que se está replantando. Observamos aquí una fantasía de recuperación.
La figura humana que dibuja en primer lugar es una mujer sentada, que nos indica poca energía y pasividad. Dice que la dibuja sentada “porque no le saldría bien el cuerpo”. Le refuerza los ojos (posible connotación paranoide), la cara es fina y delgada, dice que es el tipo de mujer que a él le gusta, “se parece a mi novia”.
La figura de sexo contrario consiste en un hombre viril, masculino, fuerte y musculoso, con el pelo largo, que al principio dibuja desnudo pero al que más tarde le añade ropa. Es de destacar que el contorno de los pantalones queda sin dibujar en la parte de los genitales. Le refuerza la barba. Observamos aquí ciertos aspectos narcisistas y seductores.
Ambas figuras parecen corresponder a sus ideales de lo que a él le gustaría: una mujer pasiva y bonita y un hombre activo y seguro de sí mismo.
El animal que dibuja es un caballo, que parece estar a punto de caerse. El cuento dice que una yegua tiene un potrillo blanco como la nieve llamado “Lucero” (es el que dibuja). Los hombres lo cogieron y lo llevaron con caballos salvajes que lo rechazaban debido a su color. Sin embargo, cuando otros hombres fueron a cazarlos él fue el único que pudo salvarse porque al ser blanco se camufló con la nieve. Salvó a los otros caballos y estos lo hicieron jefe de la manada.
Destacan en este cuento la idealización y la aparición del concepto del “camuflaje”. Comentando qué animal le gustaría ser, dice que un toro por la fuerza, no le gustaría ser un pez porque es un animal muy simple.
En la entrevista dice entenderse bien con el abuelo y con el padre, e identificarse con un tío materno que es tan “follonero” como él.
Nancy Vilar destaca en este momento la aparición de dos temas que pueden ser relevantes: el manejo de la agresión y el conflicto con la identidad. Aparecen sospechas de depresión.
En cuanto al Rorschach destaca que el DEPI está en el límite (DEPI=4), a pesar del elevado número de MOR (5) y de una baja autoestima (Eg=.18). El protocolo se inicia con diversas respuestas seguidas con contenido mórbido. Aparecen determinantes que indican presencia de ansiedad (m, Y…). Se observan asimismo temores de desintegración.
El conflicto con la agresión es evidente, porque si se pelea luego aparecen sus síntomas físicos.
En W: M (12:2) vemos también que tiene demasiadas ambiciones intelectuales.
En cuanto al contenido, sus animales son una hiena, un murciélago, pequeños pajarillos. Las mujeres que aparecen, o bien se pelean o bien son de Cromañón.
Aparecen dificultades de control, ya que su Lambda es bajo (.31), su modulación afectiva precaria, está poco conectado con la realidad y tiene poca capacidad de modular la tensión. De ahí que nos planteemos si existe la posibilidad de una actuación agresiva, especialmente cuando se siente amenazado.
En la terapia deberían trabajarse tres aspectos: la agresividad, la identidad y la depresión.
Aparece la negación y la proyección de sus dificultades. Mantiene un buen contacto con la realidad. Sus respuestas negativas aparecen en situaciones emocionales. Sus funciones cognitivas son adecuadas aunque existe cierta tendencia a la pasividad.
La Dra. Campo enfatiza el hecho de que en su casa, que era de pequeño tamaño, había balcones, como elementos femeninos. Dibujó primero una mujer. Además dibuja un caballo, animal que se ha relacionado con la presencia de posibles problemas de identidad.
No aparecen respuestas anatómicas, lo que descarta que se trate de un paciente psicosomático. El vínculo que tiene con su propio cuerpo puede tener que ver con su frustración, de modo que el cuerpo funciona como depósito de su agresión
El tema del cuerpo está también presente en la familia, con una madre controladora y sufridora. El cuerpo ha servido como medio de comunicación, así como en la integración de su identidad.
Si comparamos el diagnóstico a través de las entrevistas con el que obtenemos a través de las pruebas vemos que este último será útil para aportar datos que podrían haber pasado desapercibidos. Silvio hace una aclaración en el sentido de que no es función del terapeuta planificar; pero en ciertas ocasiones el Rorschach puede alertar sobre procesos o aspectos que es muy conveniente tener en cuenta desde el principio, como cuando nos encontramos con una constelación-S- alta, cuando se revela como una persona con tendencia a la actuación, cuando las dificultades de simbolización son grandes o cuando el lambda es demasiado elevado; todos estos son ejemplos (hay muchos más) de situaciones en las cuales estar advertido puede evitar sufrimientos innecesarios al paciente y facilitar el abordaje de su malestar. Es en estos casos en los que el Rorschach puede ser relevante para dirigir la atención a determinados aspectos que en el principio del tratamiento es mejor conocerlos.
La Dra. Campo se plantea si la palabra “planificación”, que es la que figura en el título de este seminario, es la adecuada cuando hablamos de terapias.
Nancy Vilar enfatiza que el diagnóstico previo a la terapia nos puede ayudar no ya a planificar sino a atender a determinados aspectos que puedan ser trabajados durante la terapia.
La Dra. Campo comenta, como ejemplo, que si nos encontramos con un paciente que en su protocolo de Rorschach demuestra tener baja autoestima y pensamiento mórbido, sería recomendable atender primero al malestar emocional, antes que a los aspectos cognitivos.
En el caso clínico que estamos trabajando, la evaluación previa nos ayudó a centrar la atención en aspectos que habían pasado desapercibidos durante la entrevista, como pueden ser la agresividad o la depresión. Este paciente tenía la posibilidad de meterse en líos (ser “follonero”, como definía él) y podría ser muy querulante. De hecho, durante el desarrollo de la terapia el paciente refirió diversos episodios de conflicto laboral en que se demostraba esta tendencia agresiva. En este sentido, el diagnóstico previo nos ayudó a estar atentos al control de impulsos.
Posiblemente hubiese un fondo depresivo importante que quedaba encubierto con otras manifestaciones.
Desarrollo de la terapia
Ya en las primeras entrevistas el paciente pregunta para qué sirve el diván. El terapeuta le responde que para estar más cómodo, no tan pendiente del terapeuta. A los dos meses llega un día concreto en que se dirige directamente hacia el diván y pregunta si puede reclinarse; el terapeuta responde que “como quiera”; después de unos momentos de silencio, comenta: “me siento un poco extraño, como muy observador…”.
Tiempo después se inicia un período de desánimo, tras un viaje a Andalucía, en que se acuerda de su abuela que murió allí. Se trataba de una abuela con la que había convivido desde pequeño y que se trasladó al pueblo natal unos meses antes de morir, sin que él la hubiese visitado a pesar de haber estado allí de vacaciones con su novia en esa época.
Durante este período surge el tema de las diferencias entre las expectativas y la realidad, de las pérdidas…. Duró unos tres meses y salió de él suavemente.
Un día comenta un incendio en una hípica, en la que él estaba muy asustado, había mucho humo y no se veía bien, lo que contribuía al aumento de la confusión, de la desorientación. Se habló en este momento de los sentimientos de peligro, incluyendo los peligros emocionales. Surge también entonces su miedo a la agresividad ajena. Comenta que siempre se sienta en los bares de espaldas a la pared, “no por nada… sólo para que no me ataquen por la espalda”, lo que nos indica su visión paranoide con aspectos claramente infantiles.
Actualmente es capaz de estudiar mejor, aprobó todas las categorías del carnet de conducir, incluso hizo un curso de conducción en situaciones peligrosas. Antes no podía estudiar “porque tenía dos pensamientos en la mente y uno era siempre más fuerte”. Silvio comenta que posiblemente el paciente se tranquilizó al saber que su nivel intelectual era normal, tras la evaluación de Nancy Vilar, y que esto contribuyó a una mejoría en su nivel de concentración.
Tras algunos meses de trabajo en que se trataron diversos aspectos de su idea de la virilidad, de lo que implica ser un hombre, antes de finalizar el tratamiento, decide casarse. Esto permitió trabajar durante la terapia la elaboración del cambio en relación a su nueva situación personal. El motivo de la interrupción del tratamiento fue de tipo económico, ya que junto a su novia decidieron la compra de una vivienda, lo que disminuyó su disponibilidad monetaria. No obstante el tratamiento continuó un poco más, hasta después de la boda.
El paciente habla también en esa última época de su situación de hijo que siente que debe satisfacer las expectativas de sus padres. ¿Cómo ser un hombre sin ser seco y distante? Comenta que si alguna vez tiene un hijo, seguro que se preocupará mucho, al igual que su madre. Surge el tema de la paternidad y de los sentimientos maternales. Antes del tratamiento había hablado con su novia sobre el tema de los hijos y le había dicho “un niño no, mejor un perro” (Nancy comenta que la novia tenía un problema hormonal y debería tomar medicación si quisiera ser madre… ).
Al finalizar el tratamiento, el paciente manifiesta que sabe que le sería útil continuar, así que es posible que vuelva más adelante, cuando la situación económica se lo permita.
Segunda evaluación (tras dos años de tratamiento)
En vistas a los resultados obtenidos, Nancy Vilar comenta que la finalización de la terapia fue prematura.
En cuanto a los gráficos, vemos que su casa es un poco más amplia, más adulta. Aún aparece la duda en el trazo. En su historia no hace referencia a las personas, lo que puede relacionarse con el hecho de que ya está viviendo fuera del ámbito paterno, con su pareja y con la fantasía de los posibles hijos.
En el árbol aparecen más ramas en punta, denotando una mayor agresividad e impulsividad, que intenta controlar poniendo una copa. Aparece también ansiedad en el trazado del tronco, que está remarcado. Posiblemente la terapia pueda haber contribuido a esta expresión de la impulsividad, que ha quedado sin elaborar debido a la finalización prematura del tratamiento.
Su primera figura humana sigue siendo una mujer, un poco más activa, ya que está de pie y la dibuja de cuerpo entero, con una sonrisa hierática en la cara. En su historia dice que “está feliz aunque tiene el cuerpo hecho polvo”.
Su figura masculina ha perdido fuerza y virilidad, es menos musculoso, está vestido completamente, aunque conserva el pelo largo y la barba reforzada. En su historia lo describe como un “pasota”, alguien que “va a la suya y no le importa lo que opinen los demás”.
En cuanto al animal, elige dibujar un toro. Sorprende la perfección del dibujo. La historia vuelve a hacer referencia a un toro que es dejado de lado por sus compañeros pero que al demostrar su inteligencia es elegido jefe de la manada. Vuelve a surgir, como vemos, la misma temática omnipotente y la fantasía de recuperación.
En el protocolo de Rorschach se observa un cambio en su estilo vivencial, de modo que de tener un estilo ambitendente pasa a extratensivo. Posiblemente podamos interpretar este cambio como una actitud temporal maníaca, en todo caso se trataría de una maduración hacia un estilo más personal.
La Dra. Campo comenta que llama la atención la posibilidad de que una terapia cambie el estilo vivencial, ya que se creía que este era un aspecto más central de la personalidad.
En este segundo protocolo de Rorschach siguen apareciendo sensaciones de angustia, pero ha mejorado su autoestima (ahora es de .34). Parece haber encontrado un camino más adaptativo.
La diferencia más importante hace referencia al mayor descontrol que se observa, esperable si tenemos en cuenta que aparecen más respuestas de color.
En cuanto a la identificación, es de destacar que aparecen más símbolos masculinos aunque aún están desvalorizados. También aparecen figuras infantiles (un bebé durmiendo, un dibujo de un niño), lo que nos indica la vivencia de seguir todavía en desarrollo.
Aparece algún rasgo narcisista (da una respuesta de reflejo, pero luego la niega).
También encontramos una respuesta de comida (Fd), como expresión del sentimiento de dependencia que puede resultar de un análisis terapéutico. Esta respuesta podría también simbolizar las relaciones interpersonales, especialmente con su madre. Una respuesta de comida puede implicar asimismo todo aquello que está relacionado con el concepto de digerir.
La Dra. Campo y Nancy Vilar realizan un cambio de impresiones respecto a si la T en este segundo Rorschach es una C’, ya que el paciente verbaliza que se trata de algo “reseco, muy negro”.
Han bajado las MOR, de 5 a 3, desapareciendo además el aspecto más sádico de sus respuestas. Ahora aparecen más sentimientos de indefensión, pero también parece disponer de más recursos.
Se concluye que en un año más de psicoterapia se podría haber mejorado todos estos aspectos.
Yolanda González
Entrevistas con los fundadores de la sociedad
Hoy con… Nancy Vilar.
Nancy Vilar, además de ser profesora, trabaja privadamente en psicodiagnóstico y psicoterapia. Ahora está intentando jubilarse para enseñar en Bolivia, o en aquellos países de Latinoamérica que no han tenido la suerte de tener profesores que los entusiasmen en esta práctica. Su experiencia de la enseñanza en Méjico le mostró el gran interés de aprender de mucha de esta gente y a ello se unió el deseo de volver a sus orígenes.
L.J.: Empezando por el principio del principio: ¿cómo llegaste al Rorschach?
N.V.: Cuando estudiaba psicología, al final de los sesenta, hice prácticas en el Hospital de San Juan de Dios y después quedé como psicóloga ahí. La jefa del departamento de psicología era Nouhad Dow, y con ella y Montse Ros hicimos un seminario sobre Rorschach y ahí empezó todo… mi andar con el psicodiagnóstico.
L.J.: ¿Y fue amor a primera vista?
N.V.: Para mí fue descubrir algo mucho más interesante y diferente de lo que había conocido hasta entonces. Es esencialmente el test más completo y tiene unos principios muy estudiados y basados en datos cuantitativos. Junto con toda la teoría psicoanalítica que se puede aplicar, esta mezcla es apasionante porque vas descubriendo muchas hipótesis y comprobándolas. En el Rorschach convergen muchas variables que tienes que integrar para poder entender el todo.
L.J.: ¿Y aún sigues teniendo la misma opinión?
N.V.: Sigo pensando lo mismo… lo que pasa es que mi experiencia, mis conocimientos, el hecho de haber seguido estudiando toda mi vida, hace que se haya vuelto más fácil y más rico a la vez.
L.J.: Hagamos un poco de historia…
N.V.: En el año setenta y uno se hizo el Congreso Internacional de Zaragoza; allá conocimos a otros rorschachistas españoles y se creó el primer núcleo que posteriormente fundó la Sociedad Española. En ese momento Vera Campo llegó y se integró al grupo. Más tarde se fundó la Delegación de Cataluña y Baleares, y para que tuviera sede la delegación, cuatro personas fundaron lo que se llamó PSIRO (Psicología y Rorschach). La necesidad de una mayor autonomía, que también estaba en el ambiente social y político del momento, nos llevó a crear la Sociedad Catalana en el período en que estuve a cargo de la Presidencia. En el momento en que empezamos la escuela, en el setenta y cuatro, en Barcelona la formación como psicólogo clínico estaba poco desarrollada, sobretodo respecto al psicodiagnóstico de orientación psicoanalítica. Incluso diría en cuanto a formación de terapeutas que era uno de los campos en que los psicólogos preferían formarse y aún ahora es así. Esto hizo que nuestras clases se llenaran de alumnos, tanto los que querían hacer psicodiagnóstico como los que querían hacer psicoterapia. Los cursos de Dinámica y Psicopatología estaban siempre llenos. Incluso tuvimos que limitar el número de alumnos para evitar que las clases se masificaran y creamos cursos paralelos. Llegamos a tener tres cursos paralelos de Rorschach.
L.J.: …Esos fueron los dorados setenta…
N.V.: Esto fue así del setenta y cinco al ochenta y cinco… unos diez años. Cuando aparecieron otras escuelas de formación y la gente que salía de la universidad tenía claro a qué se querían dedicar, psicodiagnóstico o terapia, las cosas cambiaron, y también cambiaron porque en la universidad (que era nuestro principal proveedor de estudiantes) cambiaron los profesores y la orientación y el interés disminuyó. También se agregó otro factor: el poco interés en los centros de atención pública por el diagnóstico, esto quería decir que nuestros alumnos no aplicaban el diagnóstico con técnicas proyectivas en el ámbito público. El tiempo que el psicólogo tenía para hacer el diagnóstico era muy limitado y las necesidades de atención terapéuticas muy altas. De alguna manera se transmitió que las técnicas proyectivas eran muy difíciles y ocupaban mucho tiempo, sobretodo el Rorschach; esto, aunque no es cierto (también tendrían las mismas dificultades en otros países), influyó en la utilización de las técnicas. Es verdad que el Rorschach es difícil en su aprendizaje, pero cuanto más trabajas en ello y tienes más experiencia el tiempo se reduce y el beneficio del diagnóstico para el paciente y el terapeuta aumenta.
L.J.: ¿Y cómo ves la situación actual?
N.V.: La situación empieza a cambiar, no desde las estructuras universitarias sino desde las necesidades de los centro de salud. Han comenzado a leer investigaciones realizadas en otros países y se empiezan a interesar en la investigación y en la utilidad que puede darles el tener un diagnóstico previo al tratamiento o en la evaluación de los tratamientos. Es un cambio imperceptible, un mínimo cambio pero muchos ex-alumnos intentan reciclarse porque en su trabajo les piden diagnóstico con Rorschach.
L.J.: Me parece que eres más optimista que otros colegas.
N.V.: No nos podemos quedar tan atrás de otros países. En un mundo en que las cosas van y vienen, el Rorschach no se puede quedar marginado en un núcleo de expertos. Las evaluaciones que se hacen en otros países abarcan desde la evaluación clínica a la judicial, la vocacional, educacional y por tanto aquí también algún día el Rorschach se tendrá que aplicar a estas áreas más amplias.
L.J.: Y de nuestra sociedad, qué piensas?
N.V.: En los momentos bajos me parece que nos hemos quedado un poco estancados, hemos hecho muchas propuestas, han surgido muchas ideas pero ha habido pocos equipos que puedan llevarla a término. Desde que se crearon las comisiones de la junta, se han ido formando núcleos más efectivos y si pienso en la gente más joven es cierto que no tenemos muchos miembros activos pero sí hay otros muchos ex-alumnos que son activos y se han quedado a trabajar para la Sociedad y le dedican tiempo. Lo que pasa es que esto parece insuficiente. Tendríamos que tener más gente que pudiera llevar a cabo las ideas y orientar la sociedad hacia una actividad más eficaz
L.J.: ¿Qué es lo que nos impide ser más eficientes?
N.V.: El poco contacto posiblemente con otras entidades, hay algo endogámico que hace que la dinámica del grupo no sea más creativa. Muchas veces los miembros de la Sociedad que participan en otras entidades hacen poco por la conexión entre las entidades. Se delega esta función en la Junta o en quien dirige y no se sienten representantes de esta Sociedad en sus otras actividades. Y los que se sienten emocionalmente ligados a esta Sociedad son los que dedican su tiempo e interés para que esta Sociedad siga existiendo.
Lucy Jachevasky
Presentación del libro: “LA REBELIÓN INSUFICIENTE. La difícil relación madre-hija” de Montserrat Ros
Es per a mi un honor i un plaer presentar el segon llibre de la Montse Ros, una persona prou coneguda per tots nosaltres i de la qual aquesta societat és testimoni dels seus coneixements i la seva capacitat creadora i docent.
Tot i que pel títol sembli que ens hem de trobar amb un llibre que parli de les dificultats entre mare i filla, en realitat aquest llibre pretén guiar-nos per un camí d’aprofundiment sobre el paper i el rol de la dona a la nostra societat i com ella mateixa contribueix en moltes ocasions a mantenir la discriminació que ha sigut tradicional en la seva consideració social, es doncs la rebel·lió de la dona la que ha estat insuficient. Sí que és veritat que una part minoritària de les dones està canviant les coses i hem aconseguit un grau alt d’autonomia i realització personal però la gran majoria encara està lluny d’aquests reptes que les dones demanem a la societat actual.
És un llibre dens que no vol dir difícil, vull dir que “no hi ha palla”, però que es llegeix fluidament i que te la característica que t’identifiques amb el que ens diu, no pots llegir-lo tan sols des del punt de vista professional, de psicòloga, si no que et veus, sense voler, en el paper de mare i de filla i en aquest sentit et trobes analitzant els teus propis sentiments en aquests rols.
També m’ha ajudat a nivell professional, m’he trobat davant pacients en les que prenia una altra dimensió la necessitat de treballar la seva independència i auto afirmació i curiosament quan ho han aconseguit, no sé si per sort o no, s’han qüestionat les seves relacions de parella, s’han descobert aparellades amb uns homes que buscaven en elles la submissió o la immaduresa. S’han plantejat també el paper de mares, ja sigui per buscar el ser-ho com per tot el contrari, reivindicar la seva decisió de no ser-ho. Arribat aquest punt jo entendria la rebel·lió com un procés cap a la maduresa emocional
Per descomptat el paper de la dona en la societat és un tema plenament actual ara que es parla de la diversitat cultural a la que la globalització del mon ens porta i les diferents cultures es troben i s’influencien. Hauríem de plantejar-nos com ho faran aquestes altres cultures en les que el paper de la dona està menys desenvolupat que el nostre o simplement és diferent.
És a través de la relació mare-filla, però també amb la necessària intervenció del pare, sobre tot en els primers anys de vida, que anem construint la nostra personalitat, la nostra manera de veure i encarar el mon, una relació que ella equipara amb la lluna i les seves fases com símbol inconscient de les relacions i de les oscil·lacions d’apropament-identificació i allunyament-individuació de la mare amb la filla i naturalment de la filla amb la mare.
Són aquests valors condicionats socialment, que la dona te totalment introjectats, assumits com els únics possibles, com els raonables, els que la dona transmet a la generació següent o no ser que s’hagi pogut parar a pensar i pugui distanciar-se d’aquesta “cultura” que li han transmès.
Afortunadament cada vegada són més les dones que poden posar en qüestió el rol que la societat els hi assignat tradicionalment i escapen així d’aquesta mena de determinisme que supeditava la seva voluntat, creativitat, intel·ligència i desig al paper primordial de ser MARES en majúscules, és a dir no tenien valor per si mateixes com a persones, si no en la funció que està determinada biològicament.
Encara queda una assignatura pendent i és la solidaritat entre dones, fins ara la dona ha tingut poca rellevància històrica, i no és només per que en general la història està escrita per homes, també veiem que les poques dones que han accedit a un lloc de poder no han promocionat a altres dones. Igual passa amb les poques dones que han arribat a un reconeixement a nivell artístic en qualsevol de les seves manifestacions, en moltes ocasions han adoptat els valors masculins.
En aquest llibre trobem una revisió amplia dels diferents factors que ens porten i ens mantenen en un rol que no és ni buscat ni desitjat en moltes ocasions. Comença fent una introducció en la que deixa constància de com les dones estem condicionades per la cultura patriarcal que tradicionalment ha alterat la realitat objectiva i ha creat el concepte de pensament femení que no és altre cosa que una distorsió cultural.
Destaca també la importància de les relacions interpersonals en la formació del ésser humà i de la seva identitat en la diferenciació d’ambdós sexes, és on es dipositen tots els missatges conscients i inconscients que emet la família i l’entorn i el resultat són els diferents modes de relació que s’estableixen entre les persones i els efectes que es produeixen sobre elles. Cada persona s’estructurarà segons les primeres experiències emocionals que ha tingut a la infantesa i aquí adquireix una significació fonamental la relació mare – filla. És la mare la que transmet els valors i creences a la filla a través de la identificació i si aquests estan equivocats aniran passant així de generació en generació.
Un camp sobre el que reflexionar es el que es refereix al cos i la sexualitat de la dona que s’associen a una sèrie de conflictes que entren dintre la categoria d’allò que no s’ha de dir, les dones no tan sols estaven oprimides per una societat patriarcal sinó que elles mateixes es veien amb un cos defectuós. Comprendre i acceptar el nostre cos porta lligat un component emocional important i que no es pot obviar. Si no fos així la societat no hauria aconseguit fer sentir i pensar a la dona una cosa que no és certa.
La sexualitat també està diferentment considerada en el cas dels homes i les dones, en tenim l’exemple clar quan hi ha un divorci, s’accepta millor que l’home refaci una nova parella que si és la dona, generalment els fills es queden amb la mare i amb això ja s’ha de sentir satisfeta i recompensada.
Com s’ha resolt la sexualitat femenina tradicionalment? establint diversos camins que no la porten a una sexualitat plena i satisfactòria sinó a la repressió adquirint la forma de celibat, és a dir renunciant a la sexualitat; frigidesa que es justificaria per la por als danys que puguin ocórrer dins el cos de la dona o la maternitat que redueix l’apetència sexual de la dona. En general als nens se’ls educa per que distingeixin allò que es adequat i allò que no ho és i se’ls prepara per una repressió conscient de cara la vida adulta, però aquesta prohibició el nen l’entén a la seva manera i si d’adult transgredeix una d’aquestes prohibicions es generarà culpa.
Quin paper adjudica la societat patriarcal a la dona?.
Una hipòtesi seria que l’ideal femení que la societat adjudica a la dona i ella assumeix és el de cuidadora, cuidadora de la família, dels avis, dels fills i si no l’assumeix apareixen per un cantó els sentiments de culpa i per l’altre hi ha la por a no ser prou estimada i la dona necessita més que l’home aquest reconeixement. Es clar que en cas de separació és la dona qui se’n fa càrrec dels fills per que si te la sensació que els abandona se sent molt més culpable que l’home.
Veiem doncs que part del sentiment de culpa estaria en relació amb la no satisfacció d’un paper ideal que culturalment se li adjudica a la dona, confós amb la possibilitat d’arribar a fer mal a l’altra si no es compleix amb les obligacions. L’ideal femení i l’ideal matern serien construccions que ens permeten entendre per que se’ns pot manipular fàcilment a través dels sentiments de culpa?
Podríem pensar que a nivell simbòlic quan es parla de valors majoritàriament acceptats se’ls hi dona un valor diferent segons es refereixin als homes o les dones, valors com “deure”, “ètica”, “amor” en el cas de les dones tenen el valor de renuncia. La cultura reductora imperant durant tants anys potenciava que les dones s’oblidin de sí mateixes per donar-se als altres. L’autèntic jo femení quedaria relegat a un segon lloc per que s’amagaria darrera els condicionaments socials, el problema seria com ha de cuidar l’altre si no ha après a tenir cura d’ella mateixa?.
On estaria la rel d’aquesta acceptació resignada de la dona?; està en relació amb la decepció de la nena respecte el pare?; recorda un pare que quan era nena no li va donar la resposta que esperava d’ell? o era la mare que amb el seu caràcter possessiu no donava entrada al pare?; col·labora en aquesta absència del pare el fet que la mare sentís que el seu únic terreny és la maternitat?. Com veiem l’autora ens presenta una sèrie de dubtes que no pretén resoldre sinó deixar-los oberts a la reflexió i discussió.
Com aconsegueix la nena iniciar el camí de la independència?. Desenvolupa el paper del pare com a factor que possibilitarà a la nena adquirir la seva autonomia i també la seva autoestima posterior en la vivència d’estimar i ser estimada. La intervenció del pare reclamant el seu paper tant amb la nena com amb la seva parella permetran el creixement de la nena que finalment la portarà a buscar la seva pròpia parella.
La dependència de la dona se situaria en relació amb una mare simbiòtica que no permet que es constitueixi en una unitat independent i autònoma de la mare
Es cert que cada vegada hi ha més dones disposades a compartir amb la seva parella la criança dels fills i més homes que s’impliquen emocionalment però això pressuposa que la dona estigui disposada a compartir part del poder que li dona la maternitat. El pare ha de fer necessàriament la funció de separar la nena de la mare en aquesta relació dual que s’estableix els primers mesos i si el pare, pel motiu que sigui, que la mare no li permeti participar o ell no estigui prou interessat, no la fa, la nena no aconseguirà un desenvolupament emocional adequat.
Entre la mare i la filla les expectatives i les obligacions són tan altes que si no es compleixen generen una gran ràbia i agressivitat que al no poder-se expressar es converteixen en una culpa difosa. Aquesta dificultat per canalitzar cap a fora l’agressivitat probablement quedarà en el substrat emocional de totes dues originant-se tot un seguit de dificultats de diversa índole. Fa poc he tingut l’oportunitat de llegir un escrit d’una pacient on quedava perfectament reflectit aquest sentiment de ràbia intensa, odi i alhora culpa de la filla vers la mare sense que pogués agafar suficient distància i reconeixement per superar aquests sentiments i reclamant la intervenció del pare “terapeuta” per aconseguir el seu nivell d’independència emocional que intel·lectualment ja tenia.
Un capítol important dins el llibre, és el que tracte del masoquisme en la dona. Aquest ha sigut un capítol difícil per mi pel que dèiem al principi la densitat dels continguts i suposo que pels continguts mateixos.
L’amor i el reconeixement estan a la base de la felicitat i encara que generalment els aprenentatges són adequats en alguns moments hi ha conductes dels pares que són més negatives i frustrants i que poden arribar a ser agressions físiques i/o afectives i que la nena pateix a fi de no perdre el lligam afectiu. Crec que tots en la clínica ens hem trobat amb pacients que ens ho diuen, si els pares em peguen però són els meus pares. En d’altres ocasions serien les recompenses exagerades les que omplen de confusió als fills.
Quan parlem de la relació sadomasoquista hem de parlar de dominador i dominat, el dominador busca la reafirmació personal i la seguretat afectiva. La dominació emocional no sana començaria en determinats tipus de relació que s’estableixen entre mares i filles. La mare, en ocasions, podria responsabilitzar tirànicament la filla de determinats actes d’ella obligant a la filla a un compromís que si sent que traeix la fa sentir terriblement culpable. Aquest sotmetiment masoquista li donaria a la dona una raó de ser al seu existir, una raó de viure, el que estaria malalt seria l’autoestima que espera rebre-la de mans d’un altre, atribuint a l’altre una capacitat que no troben en elles mateixes, l’altre està per sobre. En la fantasia atribueixen a l’altre poders omnipotents que en la infància s’atribueixen a la mare. La nena ha de lluitar amb ella per prendre-li aquests poders i ser ella mateixa, si no ho aconsegueix s’estableix una relació sado-masoquista.
Es pregunta si el jo ideal de la nena la portaria al masoquisme ja que és difícilment assequible a nivells reals i quan l’exigència correspon a aquest jo ideal mai ens podrem sentir satisfets.
A què o a qui se sotmet la nena al pare o a la mare?, jo crec que la nena se sotmet a la persona de qui espera rebre un amor que no pot rebre de cap més manera, ja sigui del pare o de la mare.
Per l’autora la sublimació és un element important en el desenvolupament afectiu de la dona no el masoquisme però no tothom te les capacitats necessàries per accedir a la sublimació, què passa quan aquesta no es pot utilitzar?.
El masoquisme tant físic com psicològic seria una manera d’omplir un buit, l’alternativa a suportar el sadisme seria la soledat que és un problema universal i la seva tolerància depèn del grau d’autonomia al que hagi arribat la persona.
En aquest punt voldria compartir amb tots vosaltres la meva experiència clínica, per mi colpidora, de la quantitat de noies joves, de 19 i vint i pocs anys que venen a consulta i expliquen que han aguantat maltractaments físics o psicològics per part dels nuvis o parelles, persecucions després de trencar, amenaces; algunes una mica més grans expliquen que quan ho van dir a les mares aquestes les van aconsellar d’aguantar com elles havien fet.
L’últim capítol, el viatge, és una espècie de resum de tot el que s’ha anat tractant i desenvolupant al llarg del llibre i jo crec que és el més aconseguit, el més maco de llegir i on dona una sèrie de pautes de com poder aconseguir la maduresa i solidaritat necessàries que ens portin a una autèntica revolució.
Ens diu que fins el segle XXI les dones ha viscut tancades a la llar, al “gineceo” i els homes han sortit al “foro”; de tota manera, en ple segle XXI, segueixen havent-hi moltes cultures que ho tenen instaurat com una “llei”. En aquest espai tancat és on apareixen les diferents cares de la lluna, sense màscares, ple de secretismes i rivalitats, de jerarquia i de poder, de preferències; aquest refugi servia de protecció a nivell sociològic però de què o de qui? Les dones han lluitat molt dins de casa, han patit agressions físiques i psicològiques, encara ara veiem la immensitat del problema quan s’ha començat a destapar la seva magnitud i gravetat, així doncs de què les protegia?. Sembla que el fet de sentir-se protegides dins la llar, un espai relacionat amb la mare, era el més important sense tenir en compte el cost i aquesta necessitat s’ha transmès de mares a filles.
La maduresa s’ha de guanyar primer a nivell individual, lluitant contra la dependència interna que s’assenta en la manca de confiança emocional. La llibertat de pensar i actuar està relacionada amb aquesta confiança que permet posar en marxa el potencial genètic del que disposem. Què impedeix fer ús d’aquesta llibertat? La falta de confiança en un mateix i la por que comporta fer-ne ús, el camí cap a la autonomia depèn del coneixement sobre nosaltres mateixos. Durant aquests segles la dependència va guanyar a la confiança i al risc seductor de sortir de la llar “no pensar es va imposar a la llibertat de pensar”.
La solidaritat definida com la capacitat d’acceptar i respectar altres maneres de pensar, sentir i viure, ens permet col·locar-nos en el lloc de l’altre. El seu mòbil consisteix en el plaer emocional que ens produeix donar a l’altre allò que necessita. No es pot sentir solidaritat sense sentir gratitud. El reconeixement del que la mare ens ha donat és bastant universal però no sempre trobem gratitud i és aquesta la que predisposa a que tinguem cura de l’altre. Si som capaços de rescatar la bo d’entre les coses rebudes i les podem reconèixer i agrair estarem en condicions de gaudir d’uns luxes emocionals que no sempre són possibles ni estan en tots els éssers humans. Seria aquesta funció la que permetria la solidaritat entre les dones, la generositat o l’absència d’enveges i rivalitats.
Aquest viatge relacional ha sigut difícil i complex per que a més s’ha vist influenciat per la cultura patriarcal que ha afavorit els desitjos de la nena de tenir la mare sempre per ella i de la mare a l’assentar la seva identitat a través del fill o de la filla. La dificultat d’estimar connectaria amb la impossibilitat de sentir gratitud i la solidaritat vindria quan reconeixem el que hem rebut i podem tornar algunes d’aquestes coses rebudes.
El llibre acaba dient-nos “un bon anàlisi ens porta a la rebel·lió, on s’ha pogut diferenciar allò que és intern del que és extern…quan s’ha assumit l’espai propi de cadascú s’inicia la rebel·lió personal…”
Àngels López Petit