Núm. 40 Juny 2002
El Dr. Philip Erdberg en la Universidad de Barcelona
Este experto consultor en Psicodiagnóstico de San Francisco, ya conocido por la mayoría de nosotros, pronunció una conferencia en el Departamento de Evaluación y Tratamientos de la Facultad de Psicología, en la Universidad de Barcelona el pasado 8 de febrero, ante los alumnos de postgrado, doctorandos y algunos colegas miembros de la Sociedad Catalana de Rorschach. Anna Tuset fue quien organizó el evento con su acostumbrada capacidad de acogida; se encargó también de traducir las palabras del Dr. Erdberg, no solo frase por frase, sino que además supo transmitirnos su sentido del humor.
El Dr. Erdberg dividió su conferencia en tres partes: 1) funcionamiento del Rorschach, 2) utilización del mismo en niños y adolescentes, y 3) manejo en ciertas situaciones clínicas particulares. Entrelazando los dos enfoques, empírico y dinámico, desarrolló un contrapunto nutrido de ejemplos clínicos y estudios empíricos. Todo ello con su conocida maestría y sentido pedagógico, con accesibilidad y humor, transmitiéndonos el sentimiento de que nos iba a hablar, de manera sencilla y clara, de un tema denso y complejo.
Funcionamiento del Rorschach: dos enfoques complementarios
El Rorschach, dijo, es un ejemplo de test “multifacético” que nos ofrece información sobre distintos aspectos del funcionamiento psíquico: el estilo básico que tiene el sujeto para resolver problemas, o hasta qué punto es capaz de enfrentarse al stress diario, cómo puede manejar las emociones o el afecto, cómo ve a los demás y cómo son sus relaciones interpersonales (de qué calidad), cuál es su auto concepto y cómo la persona procesa la información.
A continuación habló de las ventajas y desventajas del test. Como ventaja apuntó que es el único gran instrumento del análisis de la persona que puede utilizarse durante toda la vida, desde la infancia hasta la vejez. Permite seguir una serie de variables a lo largo de la vida de un niño, lo cual es muy interesante. Dijo con humor que las variables son como los viejos amigos: uno puede ver como cambian a lo largo de toda la vida. Otra ventaja es que el Rorschach es capaz de evaluar el funcionamiento psíquico a un nivel muy básico. Por ejemplo, no necesitamos normas específicas para niños o niñas, lo cual es muy diferente de los cuestionarios donde se necesitan diferentes variables para cada sexo. Se ha visto, aseguró el Dr. Erdberg, que las mujeres son más “sinceras” que los hombres y que son más capaces de reconocer y exponer los aspectos positivos y negativos de su vida. Al contrario, los hombres tienden a decir que están bien, prefiriendo que se les deje tranquilos, lo cual implica la necesidad de recurrir a diferentes normas para ambos. El Rorschach no plantea este tipo de problema, unas mismas tablas se utilizan para ambos sexos. Otra ventaja es que el Rorschach parece ser bastante neutro culturalmente y, aunque existen diferentes normas para distintas nacionalidades, éstas son muy parecidas, sin que estas diferencias induzcan a una mala interpretación de la patología, puesto que las variaciones son mínimas.
Sin embargo, el inconveniente del Rorschach es que es un test que lleva tiempo para aprenderlo y que toma bastante tiempo también para administrarlo, sin que haya manera de poderlo acortar. O sea que resulta caro en términos de tiempo de administración, pero no en términos de la información que da.
A continuación explicó concretamente cómo se administra y señaló la importancia de comprender lo que hemos hecho al administrarlo, lo cual se puede entender de dos formas: la primera manera de entenderlo es que hemos dado a la persona una tarea cognitivo-perceptiva y entonces codificamos como la persona ha resuelto este problema en las diez láminas. Esto nos permite entender cómo la persona funciona en la vida diaria, que ilustró con respuestas concretas de dos sujetos a la lámina III, una con ausencia de puntuación Z y la otra con una puntuación Z elevada. Se trata de la función de integración cuyo significado en la vida real quedó explicado con el comportamiento de sujetos en experimento, a los que se les dio como tarea la de solucionar un problema de accidentes de circulación en un barrio, como si ellos fueran los vecinos. El grupo estaba compuesto de individuos con Zf alta y otros con Zf baja; los primeros hablaban mucho más, haciendo sugerencias a propósito de acciones que debían desarrollarse fuera del lugar del experimento (grupo de Zf elevada); los segundos, hablaban menos y cuando lo hacían era para afirmar el acierto de las respuestas de los primeros (grupo de Zf disminuida). Así pues, prosiguió, ¿qué podemos decir en un informe psicológico a propósito de estas personas que tienen alta Zf? Que se trata de personas que se esfuerzan en comprender su mundo, que para ellas es importante ver como las distintas partes se conjugan, se relacionan, dedicando una gran parte de su energía en sintetizar y en crear relaciones. Esta conducta en la que la persona trabaja “duro” la vemos en distintas clases de pacientes: obsesivos, “estudiantes universitarios” -risas- y también en algunos sujetos paranoides.
En cambio, en el caso de la Zf baja, la persona enfrenta la vida con un estilo simplista, sin que tenga importancia para ella ver como las distintas partes de la vida se relacionan. Toma las cosas una por una. El Dr. Erdberg señaló que podemos hacer tales afirmaciones gracias a los estudios de validez en los cuales se establecen relaciones entre variables Rorschach y conductas. Esta sería la primera forma de entender el Rorschach, es decir con un enfoque empírico, en el que miramos la conducta del sujeto en el Rorschach. Y los estudios empíricos que se llevan a cabo se realizan, precisamente, para poder ver y analizar la conducta real que se corresponde con una variable Rorschach determinada.
La segunda forma de entender cómo funciona el Rorschach
Se trata de un test que da la oportunidad para asociar libremente, es decir cumple la idea de los Test Proyectivos, en los que el sujeto proyecta una parte de sus aspectos dinámicos en la lámina. En este caso nuestro interés se centra en los contenidos, a diferencia del primer enfoque donde el énfasis está puesto en la estructura.
En este segundo enfoque utilizamos la teoría psicodinámica para hacer hipótesis y afirmaciones, no ya sobre la conducta, sino sobre estados internos. Ejemplo: una persona mira la lamina III y dice: “son dos personas que están profundamente enamoradas pero por desgracia su amor no se podrá llevar a cabo; es tan duro para la gente entenderse… y la sociedad no les da bastante tiempo y convierte a las personas en robots, y por tanto estas personas nunca podrán tocarse, aunque lo desean profundamente, nunca sucederá, es triste”. Aquí el sujeto ha utilizado el contenido para hablar de procesos internos. Podemos decir que se trata de alguien preocupado por establecer relaciones, que es pesimista, que está deprimido a propósito de las relaciones amorosas, etc. El Dr. Erdberg señaló que el sujeto ha utilizado adjetivos para articular su respuesta (pesimista, triste, preocupado…), pero no verbos. En el primer enfoque son los verbos los que nos ayudarán a entender posibles conductas reales. En cambio, en el segundo enfoque, hablamos de estados internos, no de conductas. Nos podemos preguntar sobre lo que hace este sujeto que ha dado esta respuesta en la lámina III. Seguramente es una persona que se aísla, pero que también trata desesperadamente de establecer una nueva relación… Pero lo que sí sabemos es a propósito de su estado interno, y los aspectos estructurales van a ayudarnos a predecir su conducta real. Así pues, los dos enfoques se complementan, y es así cómo funciona el Rorschach.
Para sintetizar, el primer enfoque nos permite conocer la estructura del sujeto y sus conductas gracias a los estudios de validez, tratándose pues de un enfoque empírico, enfoque de J. Exner. El segundo enfoque se sirve de la teoría dinámica para entender los contenidos de las respuestas. Es el enfoque utilizado por Psicólogos como D. Rapaport, y otros psicólogos psicoanalistas. La sugerencia que se puede hacer es la de que combinando estos dos enfoques tenemos un instrumento muy poderoso, y esta es la forma como funciona actualmente el Sistema Comprensivo.
El Rorschach en los niños
Existen diferentes aspectos del funcionamiento psíquico en los niños. El Rorschach se utiliza para identificar estilos de resolución de problemas.
El Introversivo nos da información de cómo el sujeto toma la información del mundo exterior para resolver problemas con sus recursos internos. Un tal sujeto podría decir: “deme tiempo para reflexionar sobre este tema, quiero suficiente información y necesito tiempo para pensarla”.
El Extratensivo es un tipo de persona que utiliza el campo de lo interpersonal para resolver los problemas; es el tipo de persona que habla con sus amigos para resolver sus problemas, que puede fácilmente hablar con el vecino en el avión, que cuando llama por teléfono habla y habla y que tan sólo necesita del otro que le escucha un “mm, mm” de vez en cuando. En definitiva es un individuo que utiliza a los otros como eco para ver el problema y resolverlo, es decir, que usa el campo de lo interpersonal para resolver problemas.
Los dos estilos son eficaces aunque muy diferentes en su conducta. ¿Qué pasa con estos dos estilos a lo largo del desarrollo? A los 6 años no hay introversivos en la muestra normativa de no pacientes. A los 10 años aparece un 10 % y a los 16 un 33%, lo que corresponde este último porcentaje a la norma adulta más o menos. ¿Qué ha sucedido? Que a lo largo del desarrollo un número de niños han decidido que era mejor resolver los problemas internamente, y los otros seguir con el mismo estilo. Además hay otras personas que vacilan entre los dos estilos.
No es común que un niño de 6 años sea introversivo, lo cual indica probablemente la existencia de problemas, ya que desde el punto de vista evolutivo el niño utiliza a los demás, el mundo de relaciones interpersonales para resolver los problemas. El Dr. Erdberg dijo que por desgracia estuvo colaborando en un estudio con familias problemáticas en el que se vio un alto porcentaje de niños de 6 años introversivos. La explicación está en el hecho de que han tenido que aprender que ellos mismos son su mejor recurso.
Otra variable importante en el Rorschach es el afecto, la proporción afectiva (Afr), que como se sabe es una proporción entre las respuestas a las tres últimas láminas en comparación a las respuestas dadas a todas las otras siete láminas. Lo interesante es que estas tres últimas láminas presentan varios colores y partes separadas. Los niños muy pequeños dan muchas más respuestas en estas tres láminas que en todas las otras. A los niños pequeños les gusta mucho el color, y esta proporción de respuestas va disminuyendo a partir de los 6 años y hasta los 16. Los niños pequeños no tienen mucha capacidad de atención y se distraen fácilmente con cualquier cosa interesante que se les presente. Con la edad los niños se distraen menos con los estímulos emocionales que implican las láminas VIII, IX y X. Los maestros lo saben bien: no pueden prestar atención más allá de 5 o 10 minutos y en cambio cuando algo les interesa pueden hablar durante horas sobre el mismo tema.
Es interesante estudiar lo que ocurre con la emoción a lo largo del desarrollo y ver cómo va aumentando el control emocional hasta los 16 o 18 años. ¿Que dirían de una niña de 6 años que diera sólo una respuesta en cada lámina de color? Es muy inusual. Uno se preguntaría: ¿por qué esta niña no se distrae emocionalmente con cosas interesantes? En el estudio del que habló más arriba el Dr. Erdberg sobre las familias conflictivas se vio que la proporción afectiva era muy baja. Uno de los niños que formaban parte del experimento dijo: “cuando mis padres discuten, me encierro en la habitación”, lo que es como decir “no quiero responder al afecto pues es demasiado violento”.
Otro de los aspectos del funcionamiento psicológico de los niños que nos da el Rorschach tiene que ver con el auto concepto; es el índice de egocentrismo, una proporción en la que se trata de ver pares de cosas o reflejos. Tenemos, dice el Dr. Erdberg, mucha información sobre validez para estas variables. Un índice de egocentrismo mayor que .45 en un sujeto, nos dice que se trata de una persona que se ve a sí misma como centro del mundo y que el rol de los otros es de apoyo. Si el mismo índice se sitúa entre .33 y .44, la persona se ve a sí misma y a los demás en un plano de igualdad. El sujeto se da, a sí mismo, la misma importancia que a los demás. Un índice menor de .33, significa que los otros son más importantes, según su manera de apreciar las cosas. En los individuos deprimidos, por ejemplo, uno podría preguntarse, dice el Dr. Erdberg, qué significa cuando un sujeto dice al terapeuta: “¿qué haría usted?”; lo implícito en la frase seria “Ud. es más competente que yo, Ud. sabe mejor como resolver este problema, yo no soy tan competente como Ud., no tengo tanta sabiduría…”. O sea que nos da una información de cómo se balancea la importancia que se da el sujeto a sí mismo y la que da a los demás; el énfasis esta puesto en los demás que son más importantes.
¿Qué nos dice el Rorschach referente a los cambios en esta variable a lo largo del desarrollo? Sabemos que la media de este índice de egocentrismo es de .67 a la edad de 6 años. Jean Piaget ya había dicho que los niños de 6 años no están descentrados, sino que se ven a sí mismos como centro del mundo. Para ilustrar un comportamiento que daría cuenta de ello, el Dr. Erdberg explicó que cuando su hijo tenía 6 años y se preguntaba sobre la muerte, le dijo “¿te vas a morir? ¿y mamá?”. Se le respondió “sí, pero dentro de mucho tiempo”. Añadió el niño “entonces cuando te mueras podré tener tu coche deportivo!”; este comportamiento refleja un índice de egocentrismo elevado de manera que uno se ve a sí mismo como el centro del mundo, lo cual es esperable a estas edades de la infancia. A los 12 años este índice baja situándose a .54, lo que significa que las demás personas empiezan a tomar parte en la escena. A los 16 años todavía desciende hasta situarse a una media de .43, y a .39 para los adultos no pacientes. Este cambio tan interesante, es exactamente lo que Jean Piaget había predicho, y se trata de un buen hallazgo sobre lo que las variables Rorschach significan.
Si fuera un adulto el que tuviera un índice de egocentrismo de .67, podríamos seguir diciendo lo mismo que para el niño de 6 años, es decir, que se ve a sí mismo como el centro del mundo y que el resto no tiene importancia; esto no es muy bueno para un adulto, y el hallazgo del Rorschach significa lo mismo. Y ahí está la utilidad de disponer de las mismas variables a lo largo de toda la vida, siendo la diferencia la forma de entender los cambios evolutivos.
Recapitulando, y antes de entrar en la tercera parte de la conferencia, el Dr. Erdberg dijo haber dado ejemplos de 3 variables, cuyos datos normativos nos sirven para entender el significado de las mismas a lo largo del desarrollo. A continuación preguntó al auditorio si había preguntas.
Una de las preguntas que el Dr. Erdberg consideró “una buena pregunta…” fue a propósito de la contaminación de las variables en el ejemplo del experimento sobre la Zf. En el experimento en cuestión se había igualado a los dos grupos (Zf alta y Zf baja) en cuanto a nivel intelectual pero no en cuanto al estilo vivencial (EB). Se trata aquí de una cuestión de metodología de investigación. Es verdad que los extratensivos tienden a hablar más. Se hubiera tenido que igualar a los grupos entre extratensivos e introversivos. Esto sería, dijo, un ejemplo de la complejidad de la investigación en el funcionamiento de la personalidad.
Otra de las preguntas que se plantearon fue la del “efecto aprendizaje” en el Rorschach. El Dr. Erdberg respondió con un estudio que se llevó a cabo con pacientes internos depresivos. Se les testó en el momento del internamiento o dentro de los primeros días y luego al final, al cabo de un tiempo durante el cual habían sido tratados con medicación, terapia individual y de grupo. Sabemos que son frecuentes en este tipo de pacientes las respuestas de color acromático, como por ejemplo “un murciélago, porque es negro”. En el primer test produjeron varias respuestas de color acromático. Tres semanas mas tarde, algunos decían “¡ah! veo las mismas cosas que vi la otra vez”. Pero en cuanto se les preguntaba qué les había hecho pensar en murciélago, respondían algo así como “cuerpo, alas, está volando”. Es decir que el percepto ya no se hallaba articulado por el color acromático, sino por el movimiento. Y esto es lo que pasa con el Rorschach, si las cosas cambian a nivel psicológico, hay variables que cambian, el percepto puede que no cambie mucho, pero las variables estructurales si, con lo cual no hay verdaderamente efecto de aprendizaje. Aunque vieron el mismo percepto, los cambios estructurales fueron notables en este grupo de pacientes. Y a propósito de ello hay que decir que el Rorschach es un instrumento muy adecuado para medir cambios que se producen en la psicoterapia.
Otra pregunta se hizo en relación a la dificultad de pasar el Rorschach en los niños. El Dr. Erdberg reconoció que puede ser un problema pasar el Rorschach entre los 5 y los 8 años. A partir de los 8 años es más fácil, pues los niños ya han adquirido un vocabulario correcto para expresar las respuestas. A los niños con dificultades de aprendizaje, les cuesta responder al Rorschach, y es aconsejable utilizar varios tests. Sin embargo es igualmente interesante pasar el Rorschach a un sujeto que tiene dificultades en responder, pues nos informa de sus dificultades durante el resto del día.
Alguien preguntó por el número de variables que se manejan en el Rorschach. Ciento cuarenta y cuatro, respondió el Dr. Erdberg. Y añadió que tomar el test a un niño, por ejemplo, toma unos 30 o 40 minutos, luego otros 45 para codificar si uno tiene experiencia; las primeras veces puede llevar varias horas. Es cierto que es un test que toma tiempo, dijo, y para el que no conoce manera de acortarlo, pero la buena noticia es que con él podemos tener una gran cantidad de información sobre un amplio espectro de aspectos de la personalidad. Y la información que de ello obtenemos se refiere a lo que se plantea en el motivo de consulta, como “por qué no tiene amigos”, “por qué nunca se acuerda de hacer los deberes”, “por qué hace tantas pataletas o rabietas”, etc. El Rorschach nos permite obtener la información que nos servirá luego para responder a varias de estas preguntas.
Utilización del Rorschach en situaciones clínicas con niños y adolescentes
Una de las cuestiones de las que se trata en el trabajo clínico con niños y adolescentes es mirar al sujeto desde el punto de vista evolutivo, y para ello disponemos de los datos normativos que van desde los 5 años hasta los 16. Podemos decir que es inusual que un niño de 5 años sea introversivo, lo cual no lo es para un chico de 15 años. La cuestión es establecer si el niño se halla en la etapa evolutiva que le corresponde, y ello con respecto a distintos motivos de consulta. Dijo el Dr. Erdberg que en su experiencia y en el trabajo con escuelas, los motivos de consulta más frecuentes son las dificultades de aprendizaje, y las dificultades de relación interpersonal. El Rorschach puede dar información muy precisa sobre cómo el sujeto percibe el mundo de relaciones y como le ven a él. Si tomamos, por ejemplo, una respuesta a la lamina III “dos personas que están levantando una maleta pesada”, una de las variables que codificamos es la COP (código de respuesta de cooperación). Si un niño da mas de tres respuestas COP, podemos afirmar, con un alto grado de validez, que esta persona ve el mundo de relaciones interpersonales con agrado e interés. Además, los otros lo verán como alguien agradable para pasar el tiempo, como alguien que puede guardar un secreto, es el tipo de persona que uno siente le gustaría ir a tomar una pizza con él. Si el total de respuestas COP en el protocolo de un sujeto es menor de dos, la persona en cuestión no verá el mundo como un lugar cooperativo y será vista por los demás como alguien no muy agradable. Está claro que los maestros prefieren a los niños con COP en el Rorschach y los niños sin COP gustan mucho menos. Si un niño tiene COP=0, su maestro no se sentirá motivado para ocuparse de él. Es el tipo de niño cuyos padres dicen “no le quiere nadie en clase”, y seguramente tienen razón. Todos estos datos tiene una gran aplicación a la hora de planificar una intervención.
Otra variable interesante es la que nos informa de cómo el sujeto “escanea” el campo estimular. Puede identificar los niños que escanean mal, y lo que hacen es ignorar partes importantes de la información; se trata de los subincorporadores, la identificación de los cuales es muy efectiva a través del Rorschach. Ejemplo: en una escuela el profesor pide a los alumnos que cada uno entregue el trabajo que tenían que hacer sobre tal libro; el niño “subincorporador” dirá “¿…qué trabajo? ¿sobre qué libro…?” El profesor tendrá tendencia a decir “este niño es perezoso, no le interesa la escuela…”. Lo que pasa en realidad es que el niño pierde información, y una buena forma de resolver el problema es que todo esté escrito en una agenda que lleva cada día, y que los padres se aseguren que la tiene siempre consigo. El problema no es aquí un conflicto, sino un problema de subincorporación. Sin embargo si el niño que no hace los deberes no es un subincorporador, entonces el problema esta en otra parte. Así pues, vemos como el Rorschach permite responder a preguntas específicas. No debemos olvidar que la razón principal para realizar un diagnóstico de la personalidad es la de responder a cuestiones que los maestros, los médicos, y los padres nos plantean. Se trata de obtener información para que se pueda planificar una mejor intervención.
Entre el auditorio alguien pregunta por las diferencias culturales en las respuestas populares. El Dr. Erdberg responde que existen algunas diferencias pero no muchas. Por ejemplo en la lamina II, los finlandeses dan otra popular además de todas las populares recensadas para esta lámina, a saber, “gnomo de Navidad con gorro rojo y bebiendo un vaso de cerveza”. Un 33% como mínimo de la población finlandesa da esta respuesta.
En Japón, además de las respuestas populares comunes en la lamina VI, se da la respuesta de un instrumento musical parecido a una guitarra; se trata de un instrumento japonés que se parece mucho a la mancha de esta lamina.
El Dr. Erdberg afirmó que es importante disponer de normas nacionales, pues existen algunas diferencias, aunque casi todas las populares se refieren a personas o animales. Por ejemplo, la más popular de las populares es el detalle de la lamina VIII en el que se ven “tigres”. Esta es una respuesta que se ve en todo el mundo parece, incluso la podemos hallar en muchos de los grupos patológicos. Muchas de las respuestas populares se dan en detalles no ambiguos, y este hecho forma parte de la experiencia de la gente en cualquier parte del mundo.
En la sala alguien hace referencia a los fenómenos de inmigración: “¿cómo hacer frente a los sesgos culturales?”. Administramos el Rorschach de forma estandarizada y a medida que vamos acumulando información vemos lo que es igual y lo que es distinto. La expectativa que tenemos es la de que el Rorschach es un test bastante neutral culturalmente, pero así y todo es una cuestión abierta, y para poder realizar otras afirmaciones se necesitaría tener mas información. En el MMPI existe un índice de aspectos diabólicos. En la normativa americana una respuesta positiva para este índice es muy inusual. Recientemente se vio en un grupo de emigrantes procedentes de zonas rurales de Vietnam y de Laos que un 90% de los individuos respondían positivamente a este índice. Usando la normativa americana, los identificaríamos de esquizofrénicos y esto seria un gran error. Por el contrario este tipo de problemas no se dan en el Rorschach, el cual es un instrumento más robusto para enfrentar este tipo de circunstancias. Sin embargo es preciso estar siempre investigando para abordar numerosas cuestiones de este tipo.
Fue el tiempo quien puso fin a la sesión…
Resumit per Cristina Ribera
I TROBADA DE LA SCRIMP
Les Tècniques projectives gràfiques en el treball clínic
El pasado sábado día 6 de abril tuvo lugar en la Universidad Ramón Llull la I Trobada de la S.C.R.I.M.P., con el título “Les tècniques projectives gràfiques en el treball clínic”, un encuentro que resultó muy interesante y que contó con un número considerable de asistentes.
La sesión se inició con una exposición de Pedro Pérez, que nos congratuló con la conferencia: “La mirada, la cara y la máscara”, en la que habló sobre narcisismo e identidad. Los gráficos hacen referencia tanto a aspectos de motricidad como al mundo simbólico o a las defensas y conflictos. Todo puede tener cabida en una hoja en blanco y, por tanto, los gráficos también aportan información sobre el narcisismo, que es uno de los conceptos más complejos de la teoría psicoanalítica y que se refiere a la libido, el autoerotismo, el self, etc. Según Freud, el narcisismo tiene una doble acepción: el autoerotismo y la libidinización del self. En Winnicott, encontramos que la “madre-ambiente” es la base de la confianza, constituyendo la mirada el fundamento de la identificación y el reconocimiento.
Algunos de los conceptos desarrollados durante la conferencia de P. Pérez fueron:
INTERACCIÓN Y ENCUENTRO
El vínculo entre madre y bebé constituye el paradigma básico de los procesos de investimiento del self y de vinculación de los objetos, base de:
- Cualquier modalidad posterior de comunicación.
- Los sentimientos de “bien-estar” y de belleza.
El contacto por la mirada sirve de espejo. La madre cobra semejanza con el bebé y el bebé se ve a sí mismo cuando mira a la madre.
AUSENCIA E IGNORANCIA
- El lugar vacío del Ideal del Yo:
“Partes no nacidas” del self
desinvestimiento narcisista
narcisismo temático, fuente de:
- la des-esperanza
- la des-confianza
- la violencia
- el sentimiento de “mal-estar” y de “conformidad”.
LA MÁSCARA DE LA IDENTIDAD
- Patología narcisita del self
- El objeto ocupa el lugar del Yo o del Ideal del Yo: psicosis, borderline, duelos patológicos, ideologías totalitarias, identidad adhesiva, etc.
Cuando en los gráficos de la figura humana aparece la cara vacía o tachada, indica un riesgo autolítico.
Pérez resumió estos conceptos con el poema de Oscar Wilde, Mutación Subversiva:
El ánfora de agua dulce
Se convierte en agua salada
Su mirada sobre el río …
¿Era guapo Narciso?
El río contesta:
Yo quería a Narciso
Porque su mirada
El dibujo infantil permite el paso de la segunda a la cuarta dimensión: el espacio y el tiempo. Va desde el realismo infantil a la desrealización; nos habla de los vínculos y la capacidad lúdica y abarca desde lo idealizado a lo persecutorio.
El dibujo infantil conserva una organización estructural, a diferencia del dibujo psicótico. Hacia los 13 años se pasa de la bidimensionalidad a la tridimensionalidad. Entre los 16 y 18 años aparece una organización estructurada de la personalidad.
En la otra dimensión, el “no tiempo”, aparece la muerte, la imposible serenidad, los ojos inmutables (atemporalidad e inmovilidad), el temor y la distancia y la idealización de la violencia. (Este concepto fue ilustrado gráficamente con la exposición de diferentes obras de arte, básicamente pintura).
Posterior a la conferencia se desarrolló una mesa redonda, en la que varios participantes expusieron la utilidad de los gráficos desde sus respectivos ámbitos profesionales. Elizabeth Ballús, en el ámbito educativo y en referencia a los trastornos de aprendizaje nos expuso un caso diagnosticado de dislexia, cuadro al que se asocian trastornos en la evolución del lenguaje, trastornos en la lateralidad (reflejados en rotaciones e inversiones en el test de Bender) así como dificultades en la organización temporo-espacial. En este caso, los gráficos expresaban todos los conflictos en torno a la baja autoestima, que anteriormente no se había considerado.
Montserrat Gavaldá nos presentó, para ilustrar la utilidad de los gráficos en el proceso psicoterapéutico, un caso de terapia infantil. Al principio hay que manejar la situación triangular entre padres, niño y terapeuta. El dibujo, así como el juego, permite la expresión de los afectos y fantasías. Cuando un niño dibuja se ponen en marcha los mismos mecanismos que en la asociación libre, utilizada con adultos. Como curiosidad un apunte: cuanto más maduros aparecen los dibujos, más infantil aparece el juego.
En el ámbito judicial, Teresa Pont ilustró de forma muy clarificadora las aportaciones de las técnicas gráficas en este terreno profesional. Así, y teniendo en cuenta que los gráficos expresan tanto estados mentales como organización de la personalidad, cabría diferenciar los gráficos de personalidades egosintónicas, es decir, aquellas cuyos hechos delictivos posteriores serían previsibles, de los de personalidades egodistónicas, en las que el acto delictivo aparece de forma brusca e imprevisible. Los dibujos de las personalidades egosintónicas se caracterizan por:
Casa
- Gran tamaño
- Poco acogedora
- Fachadas grandes
- Aberturas pequeñas
- Tratamiento bidimensional
- Tratamiento pobre del tejado
Arbol:
- Arbol grandioso, fálico
- Gran tamaño (prepotencia)
- Trazo fuerte
- Ramas rotas (referidas a situaciones traumáticas)
- Agujeros en la corteza
- Ampliación de la base del tronco
- Utilización del límite de la hoja de papel
- Copa rota
- Ausencia de copa (en personalidades desprotegidas, como adictos)
- Ramas dirigidas hacia el exterior y agresivas al final
- Animismo (cuando hay núcleos psicóticos)
Figura humana
- Gran tamaño
- Énfasis en la musculatura
En los dibujos de las personalidades egodistónicas, es decir, aquellas que no están en una situación de riesgo que haga posible prever un acto delictivo, aparecen mecanismos de defensa relacionados con la disociación interna, que en los gráficos son expresados en:
- Ausencia de cuello en la figura humana o
- Alargamiento del cuello
En los dibujos de homosexuales suele aparecer:
- Dibujo en primer lugar de la figura humana del sexo contrario al propio.
- Figuras humanas desnudas
- Remarcamiento de las pestañas.
- Inadecuación de la nariz
- Distorsión de la zona genital
- Dibujo de futbolistas
Los dibujos de homicidas se caracterizan por la aparición de aspectos autodestructivos y los de los delincuentes por una indeterminación de la identidad sexual.
El lenguaje verbal y gestual puede enmascarar la psicopatología, dando a entender una capacidad simbólica que en realidad no existe, psicopatología que sólo puede leerse en el material gráfico.
Sílvia Viel, la moderadora de la mesa redonda recordó que en los dibujos se expresan fantasías y el mundo imaginario, no la realidad tangible del sujeto.
La tarde estuvo dedicada a diversos talleres alternativos, en los cuales se analizó diverso material clínico. En el taller coordinado por Pedro Pérez tuvimos la oportunidad de trabajar varios gráficos infantiles, de los cuales pudimos extraer las siguientes conclusiones:
- El autismo busca el no-pensamiento y una de las maneras de hacerlo es evitando los afectos. Por tanto,
- Cuando un niño no utiliza el color, pudiendo hacerlo, está realizando una inhibición masiva de los afectos, porque
- Si no se invierte en el exterior, no hay necesidad de padecer pérdidas.
A propósito de un caso de enfermedad inflamatoria intestinal, Pedro Pérez observó que la mucosa corporal es un sensor de problemas emocionales.
Tras analizar el dibujo de una niña en el que figuraba una figura humana no cerrada en su parte inferior, dibujo realizado horas antes de morir por una hemorragia interna, P. Pérez apuntó que cuando se dibuja un esquema corporal no cerrado, puede ser debido a un proceso orgánico cerebral o ser indicador de un pre-brote psicótico o del riesgo de descompensación somática, como parecía ser el caso que nos ocupaba.
En resumidas cuentas, la Jornada fue todo un éxito en todos los sentidos, tanto por el público asistente como por el interés suscitado. Si tuviera que destacar un aspecto, remarcaría el carácter eminentemente práctico de todo lo que se presentó. Como nota negativa: la ausencia de referencias al test del Animal, que alguien allí presente observó.
Nota: P. Pérez recomendó, a propósito de la conferencia inaugural, el libro “Las máscaras de Dios”, publicado por Alianza Editorial.
Resumit per Esther Aragón
Estudi exploratori en pacients afectats d’alopècia de la ciutat de Barcelona i entorn mitjançant el test de Rorschach
Mª Dolors Beltran Genescà ens ha fet arribar el present resum que correspon al seu treball final de formació d’Especialista en Rorschach i que encara no està finalitzat. Properament , en quant ella ens ho enviï, us oferirem la versió sencera.
El present treball pretén ser una contribució a l’estudi psicològic en pacients afectats d´alopècia. La literatura consultada sobre aquest tema és escassa. No hi ha massa informació sobre la malaltia psicosomàtica i encara menys sobre la relació entre l´alopècia i el test del Rorschach. A la definició de malaltia psicosomàtica cal destacar l’aportació dels següents autors: Morali Daninos (1978) exposa que el nucli de la malaltia psicosomàtica són les pulsions, desitjos i projectes que l’adult no ha pogut objectivar. Jean Melon(1978) exposa la semblança existent entre la malaltia psicosomàtica (actuació en el cos) amb el trastorn psicopàtic (actuació en el comportament). Marty i col·laboradors (1963) exposa que en el psicosomàtic hi ha una carència de la vida fantasmàtica i el tipus de funcionament mental del psicosomàtic el defineixen amb el terme de pensament operatori. Sobre la relació entre la psicosomàtica i el Rorschach cal destacar els treballs següents: Fisher i Cleveland fan una diferenciació entre els pacients psicosomàtics que presenten una afectació interna dels que presenten una afectació externa. Aquests últims són més organitzats, madurs i independents que els primers. Lis i Zennaro (1954) exposen que les persones no afectades de trastorns dermatològics, tenen més accés a continguts ansiogens i tenen més recursos que els pacients de la mostra dermatològica que estan caracteritzats per un aplanament afectiu. Enrico Cattonaro posa l’accent sobre la regressió del jo que determina el fracàs en la facultat de neutralitzar l’energia agressiva. Segons Cattonaro no sempre que les tensions són expressades a través del cos, hi ha un buit en la ment sinó que és conseqüència del “fracàs del mecanisme de la remoció”
L’objectiu ha estat investigar quines variables del test del Rorschach podem trobar en aquests pacients, mostrant especial interès per la variable T (textura a les làmines IV i VI) sobre la qual no hem trobat cap tipus de referència en la literatura consultada.
La mostra formada per 23 homes adults i d’un nivell d’estudis semblant (nivell baix mig) són pacients en règim ambulatori del departament de dermatologia de l’hospital X de Barcelona i estan en tractament capilar (injecció capilar en l’àrea afectada). L’anàlisi estadística relacionat amb la variable T a les làmines IV i VI mostra que la seva freqüència és poc significativa i no la podem tenir en compte. Dels resultats obtinguts podem observar que aquests subjectes tenen en comú un empobriment a nivell emotiu, buscant no mantenir relacions afectives amb els altres i inhibeixen i reprimeixen els seus impulsos hostils i agressius. La imatge està força desvaloritzada i aquesta desvalorització amaga intensos sentiments de culpa, pels sentiments hostils i agressius que no poden canalitzar de forma adequada. Per altra banda la dispersió que observem dels valors de Kurtossis i de Skewness a la taula d’estadístics descriptius, ens fa replantejar subdividir la mostra en dos grups en funció de l’activitat cognitiva, ja que vam observar més recursos en uns subjectes que en altres.
La subdivisió en els dos subgrups ens ha permès observar que hi ha trets distintius per a cada grup i per tant, un perfil psicològic diferent.
En el subgrup amb més simplicitat cognitiva observem que és un grup amb menys recursos, més empobrit, no pot pensar ni expressar i sentir emocions. Té un estil de funcionament evitatiu (L) i utilitza més recursos de barrera per poder mantenir apartats i dissociats els seus conflictes. Solen tenir més dificultats a l’hora de resoldre situacions conflictives de la vida quotidiana i no es desenvolupen amb facilitat en les relacions interpersonals. Al estar tan dissociats, no poden tenir noció del conflicte i per tant, no solen demanar ajuda.
El grup amb més complexitat cognitiva, té més recursos i no està tan empobrit. El fet de no estar tan dissociats i no tenir un estil de funcionament evitatiu els hi permet tenir més noció del conflicte i demanar ajuda. Per altra banda, aquest segon subgrup té més possibilitat de patir trastorns de pensament que l’altre subgrup que no pot pensar. Es desenvolupen millor en les relacions interpersonals i millora la capacitat per resoldre situacions conflictives de la vida quotidiana.
La subdivisió en els dos subgrups ens ha fet adonar i amb això estem d’acord amb el treball presentat per Enrico Cattonaro i no amb l’escola Francesa de Marty, que no sempre hi ha un buit en el pensament quan les tensions s’expressen per via corpòria al no poder ser mentalitzades ni elaborades psíquicament. Pensem com Enrico Cattonaro que hi ha poca capacitat per neutralitzar els impulsos agressius i hostils i que la pell és una via de descàrrega d’aquests impulsos També pensem com han dit L’Escola de Marty que el fet de tenir una vida fantasmàtica rica, és un punt favorable de cara a la curació. En aquest sentit el segon subgrup són persones més connectades, amb més noció del conflicte i amb més possibilitats de demanar ajuda, en front del primer subgrup el qual està més dissociat i menys connectat amb el que li passa.
Coincidint amb el treball de Lis A. Zennaro podem dir que, malgrat que el segon subgrup mostra ser més independent i amb més recursos que el primer subgrup, podem dir que són pacients amb poca disponibilitat emotiva i amb pocs recursos. Per una part el primer subgrup està força dissociat i el segon envaït pel conflicte.
Mª Dolors Beltran Genescà
Comentario sobre una intervención en la Jornada del Centre Alberto Campo sobre la Atención al Emigrante
La Jornada del Centre A. Campo fue esta vez, como en anteriores ediciones, interesante, enriquecedora y amena. Disfrutamos de las conferencias de los participantes y de la vitalidad y emoción que nos transmitieron.
Sobre el final, después de las ponencias de la tarde, hubo un coloquio muy animado con la participación de muchos compañeros del público. En mi turno, expresé algo que pensaba a partir de las conferencias de la Dra. Grinberg y de las psicólogas Nuria Mata y Lola Aparicio, referente a la continuidad y discontinuidad entre el planteo teórico, tan bien expresado por la Dra. Grinberg y la práctica clínica que nos expusieron las otras dos participantes con sendos casos llenos de calor humano, ingenio y sencillez.
Hoy quiero aprovechar la oportunidad que nos brinda la sección de Opinión del Butlletí para poner por escrito lo que dije, para compartirlo con el resto de miembros que no asistieron. El planteo teórico al que me refiero es, en resumen, el mismo que plantean los Doctores Grinberg en su excelente libro “Migración y Exilio“, donde se analizan con gran profundidad y aportación de ideas las ansiedades que se desvelan en un proceso de emigración. Esencialmente se podrían reducir a dos, que serían la ansiedad de pérdida y la de desarraigo. Obviamente el conjunto teórico es muy complejo y mal podría resumirlo aquí en la extensión de esta nota, pero lo subrayo porque atañe a nuestra tarea el tener en cuenta también los resultados del proceso de emigración.
Me refiero a que en todo proceso de emigración hay, en mayor o menor medida, compensaciones a esas ansiedades. Se podrían resumir también en dos, la de la ganancia que obtiene el sujeto que emigra y la del nuevo arraigo. Vimos en ambos casos presentados cómo esas compensaciones se iban produciendo con la ayuda de las dos profesionales que los atendieron. Y me parece importante que nosotros, como trabajadores del diagnóstico, tengamos en cuenta también los aspectos sanos cuando trabajamos. La persona que emigra busca, tal como lo plantean los Grinberg, solucionar alguna situación para la que no ven salida en sus lugares de origen, sea la miseria, la persecución política o la falta de futuro para sus hijos (junto a muchas otras razones). Pero esos problemas seguramente los padecen muchísimos más de los que emigran, quedándose en su lugar de origen con la esperanza de que algún día se solucionen o sin ninguna esperanza. En cambio quienes se disponen a perder todo lo que tienen, el barrio, los amigos y conocidos, la lengua, las costumbres, etc., para acceder a una vida mejor en alguno de esos sentidos, tienen en su haber la osadía de atreverse a emigrar. En ese sentido, sin profundizar más en el tema por el objetivo de esta nota, serían una parte de la población “sana”, valiosa simplemente por audaz y esperanzada. Y eso lo suelen decir los trabajadores sociales que atienden a esa población, señalando que los recién llegados suelen ser los más atrevidos, los más trabajadores y esforzados. La ganancia que obtienen no es sólo la solución del problema que les llevó a emigrar, sino también la de una nueva cultura, la posibilidad de contrastar sus creencias de origen con la realidad que observan en el lugar de llegada, el contacto con otras gentes, etc. Y este proceso incluye siempre algún tipo de arraigo, incluso en los más nostálgicos de la tierra de origen podemos observar el mimetismo con el nuevo medio, el uso de la nueva lengua y cultura, la expresión afectiva (como por ejemplo cuando se canta en la nueva lengua).
Yo mismo he sido uno de ellos, y puedo decir sin dudarlo un momento que la pérdida de un emigrante y el desarraigo concomitante son durísimos, y sin embargo han merecido la pena a la luz de todo lo que he ganado en el contacto con la sociedad que me recibió, de la nueva cultura incorporada y hecha propia, del lento y paulatino arraigo y la nueva sensación de identidad.
Es por eso que pienso que en nuestra tarea, cuando estamos delante de una persona que emigra, no sólo tenemos las ansiedades descritas, sino también la esperanza y la energía dispuestas a actuar, la posibilidad de encontrar nuevos valores y un arraigo nuevo, y lo que le podemos ofrecer, esencialmente, es compañía en ese durísimo proceso.